domingo, 9 de mayo de 2010
LA CONCIENCIA
Con la presición y exactitud con la que el hilo penetra en el ojo de la aguja ha de penetrar todo nuestro ser en el ojo de nuestra conciencia.
Solo basta con mantener nuestra atención en la própia respiración, la postura corporal y la actitud de nuestro espiritu; son pocos los segundos que se tarda en comenzar a sentir un estado de calma general en nosotros mismos, que nos lleva a obsrevar una armonia especial a nuestro alrededor y en nosotros mismos
La meditación contribuye de una forma rotunda a que este fenómeno se produsca, lo cual requiere práctica, y constancia. Después de una cierta práctica en el arte de meditar se trata de llevar esta actitud a la vida ordinaria, en cualquier momento o situación que estemos viviendo haremos igual; atentos a nuestra respiración, nuestra postura física y la actitud de nuestro espiritu estaremos sumergidos en nuestra acción aquí y ahora de una forma más sábia y reconfortante. Estaremos presentes con el presente y gozando del milagro de estar vivos y de la vida misma.
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